Summit MBC (Metastatic Breast Cancer) es el primer encuentro europeo de pacientes, médicos y profesionales de enfermería en el que se estudiarán los problemas de la mujeres afectadas por esta patología y se debatirán las medidas necesarias para poder afrontarlos.

Buscar soluciones que palien las necesidades de las pacientes con cáncer de mama metastásico es el principal objetivo del Summit MBC. Esta iniciativa (impulsada por la compañía biofarmacéutica Pfizer) se está desarrollando en Madrid y ha centrado su primer encuentro en aspectos tan relevante como la comunicación entre el médico y el paciente, la incorporación de la visión del paciente a las políticas públicas y la necesidad de cambiar la percepción pública del cáncer de mama metastásico.

Cada año se diagnostican en España más de 26.000 casos de cáncer de mama, y un tercio de estos evolucionará hacia cáncer de mama con metástasis a distancia, que ocurre cuando el cáncer se extiende más allá de la mama a otra parte del cuerpo. A pesar de ello, el cáncer de mama metastásico sigue siendo una patología poco conocida y con un importante impacto sobre la calidad de vida de quienes la padecen. Es más, los conocimientos de la población en general sobre el cáncer de mama suelen estar relacionados con la enfermedad en estadio inicial, lo cual lleva a creencias muy erróneas sobre el cáncer de mama metastásico, su pronóstico y la supervivencia asociada a la misma.

Las mujeres con cáncer de mama metastásico suelen sentirse aisladas y marginadas dentro de la comunidad del cáncer de mama, ya que el cáncer de mama metastásico sigue siendo un tema complicado, según explica la doctora Ana Casas, especialista en cáncer de mama del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y paciente.

Durante su participación en el Summit MBC, esta especialista ha insistido en que es necesario incrementar el conocimiento sobre la enfermedad. “Existen dos mundos completamente distintos: el cáncer de mama en estadios precoces y el cáncer de mama avanzado. Son dos mundos totalmente separados que no se interrelacionan. Las pacientes en el primer mundo “se sienten curadas”, aunque visualicen una amenaza permanente; mientras que las pacientes en fase avanzada luchan en silencio por prolongar su vida, al menos un poquito, con algún objetivo especial, ver nacer a un nieto, la boda de un hijo, el saldo de una deuda pendiente o la percepción de un seguro para dejar algo a sus hijos. Pero viven y padecen aisladas, no se atreven a manifestar lo mal que están y se sienten incomprendidas. Muchas veces, incluso están trabajando en su mala situación de salud porque no tienen alternativas económicas”, asegura.

Uno los aspectos fundamentales para evitar ese aislamiento, según explica la doctora Casas, es la comunicación médico-paciente, aspecto tratado en el Summit MBC. “La comunicación con el paciente siempre debe ser veraz, aunque no cruel. Pero sí que debemos ser capaces de trasmitir cuál es el estado de la situación y que el cáncer de mama avanzado es una enfermedad incurable. No se puede engañar. Pero también hay que decir que con los nuevos fármacos se prolonga la supervivencia con calidad de vida. El tratamiento del cáncer de mama está cambiando velozmente hacia poder convertir el cáncer de mama en una enfermedad crónica. A partir de ese momento, los dos mundos de que hablábamos se juntaran un poco, aunque nunca del todo”, explica. 

En esta línea, Isabel Catoira, enfermera de ensayos clínicos de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Clínico Universitario de Valencia, subraya que «es esencial que todo el equipo implicado en el diagnóstico y tratamiento de un cáncer de mama metastásico mantenga una comunicación fluida y coordinada. Esto aumenta la implicación del paciente en el manejo de la enfermedad, reduce su aislamiento, favorece el cumplimiento terapéutico y permite un mejor manejo de las toxicidades. En definitiva, influye muy positivamente sobre la calidad de vida de las pacientes e, incluso, sobre su pronóstico”, asegura.

La ausencia del cáncer de mama metastásico de las políticas de salud es otro de los aspectos que se han tratado durante el encuentro. Y es que de 29 planes nacionales de salud sobre cáncer revisado, slo uno, el de Reino Unido, hace referencia a esta patología de forma específica.

“El Sistema Sanitario tiene miedo de los costes, y la sociedad tiene miedo de la enfermedad y de la muerte -explica la doctora Ana Casas-; deben de adoptarse medidas para informar a las pacientes de que existe la posibilidad de recaída y no mantenerse en situaciones triunfalistas una vez que se ha terminado el tratamiento de la fase precoz como si ya estuviera todo conseguido. También debe facilitarse el acceso a los nuevos tratamientos. El sistema sanitario público y el privado tienen que alinearse para que no se restrinja el acceso a los nuevos tratamientos para el cáncer de mama metastásico y puedan utilizarse cuando sean necesarios”, señala.

Es lo que piensa también Isabel Catira, para quien el cáncer de mama metastásico requiere de un enfoque multidisciplinar. Los profesionales sanitarios implicados en su tratamiento deben de contar con la especialización necesaria para facilitar al paciente un tratamiento integral. La administración debe aportar los recursos necesarios para facilitar esa especialización y, por supuesto, para incentivar la investigación en este campo y el acceso a terapia innovadoras”.

Las conclusiones que se extraigan del Summit MBC serán compiladas y publicadas en un documento para llamar a la acción trabajar en el desarrollo de medidas que permitan mejorar el futuro de las pacientes con cáncer de mama metastásico.

 

 

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