Pelar la piña procurando evitar los puntos negros, sacar el corazón con la ayuda de un descorazonador o un cuchillo, y cortar en rodajas de un grosor de unos 3-4 cm.
Mezclar las especias al gusto, intentando que domine la pimienta y el anís.
Poner cada rodaja de piña en un plato y decorar con hojas de hinojo y la mezcla de especias de forma intercalada. Añadir también la almendra troceada.
Terminar poniendo la nata montada en el centro como si de una tarta se tratara.
Agregar ralladura fina de piel de lima antes de servir.
Se puede sustituir la nata montada por yogur griego o mascarpone.
Si falta alguna de las especias para la mezcla no pasa nada, se puede emplear simplemente pimienta o pimienta + canela, etc. También se puede sustituir el hinojo por hojas de menta.