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¿Qué es el linfedema?

El linfedema es un acúmulo de linfa en los tejidos producido por el deterioro congénito, adquirido o provocado del sistema linfático, cuya consecuencia es el aspecto inflamado, engrosado o de aumento de volumen de un miembro.

¿Por qué se produce?

El linfedema se origina cuando la cantidad de linfa que debe ser transportada no dispone de los caminos de drenaje suficientes para que se realice con normalidad.

Para Raquel Reinaldos, fisioterapeuta especializada en drenaje linfático manual, y directora del Centro Fisioterapia Alcalá 126, los factores que van a predisponer la aparición del linfedema son «la linfadenectomía, o extirpación de los ganglios linfáticos axilares o inguinales, y la aplicación de radioterapia». También influye la extensión de la cirugía, «es más frecuente en las cirugías radicales que en las conservadoras». Y cuando la paciente se ha sometido a la linfadenectomía o a la radioterapia, «el calor y la obesidad favorecen la aparición del linfedema», explica.

¿Se puede prevenir?

Es difícil prevenir la aparición del linfedema, pero se pueden evitar algunas circunstancias que favorecen su aparición. Es importante que la paciente conozca las probabilidades que tiene de desarrollar un linfedema tras una intervención quirúrgica de la mama o del aparato genitourinario para poder prevenirlo, sobre todo en aquellos casos en los que conlleva la extirpación ganglionar y la aplicación de radioterapia.

¿Tiene tratamiento?

El tratamiento del linfedema está actualmente muy consensuado entre los médicos especialistas que se dedican a este tema. Es un tratamiento fundamentalmente conservador, rara vez quirúgico, que se basa en la aplicación de medidas higiénico-dietéticas, ejercicios, medias compresivas, drenaje linfático manual, presoterapia y medicación linfótropa.

¿Cómo se hace y para qué sirve el tratamiento?

Los tratamientos realizados por el fisioterapeuta complementan, junto a los ejercicios y la medicación, el tratamiento combinado del linfedema. La única manera de conseguir buenos resultados es utilizando todo el conjunto de medidas, ninguna de ellas es efectiva al margen de las demás. Mantener y, en lo posible, reducir el volumen del miembro afectado es el objetivo del tratamiento, así como preservar la función del mismo.

¿Es importante la colaboración del paciente?

Para Raquel Reinaldos, es fundamental la colaboración del paciente. El tratamiento de fisioterapia para el linfedema tiene dos fases: en la ‘fase de choque’, que suele durar entre tres y cuatro semanas dependiendo del linfedema, se intenta reducir el volumen del miembro lo más posible. «Normalmente se consigue reducir entre el 50 y el 80%. Se hace un drenaje linfático manual, se ponen vendajes, y se realizan también ejercicios que practicará el paciente a diario», comenta.

La segunda fase, ´fase de mantenimiento’, tiene como objetivo mantener lo conseguido en la fase anterior, y consiste en hacer un drenaje linfático manual, según haya sido la evolución del linfedema, llevar una manga o una media durante el día, hacer un autovendaje si fuera necesario, y realizar ejercicios a diario», concluye.

 

*Información facilitada por la Asociación de Mujeres Aragonesas de Cáncer Genital y de Mama

 

Si quieres saber más sobre este tema, entra en:

https://revistalvr.es/todo-lo-que-debes-saber-sobre-el-linfedema-2a-parte/

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