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Mejorar la fertilidad depende en gran medida del buen estado nutricional de la mujer, pero también del hombre. Y es que, cada vez más estudios determinan la importancia del estado nutricional del padre en la futura salud del feto, en el momento de la preconcepción (planificación del embarazo), según los expertos de www.infoalimenta.com, iniciativa desarrollada por la Fundación Alimentum y gestionada por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).

“En el momento en que se planifica el embarazo, conocido como preconcepción, cada vez más estudios determinan la importancia del estado nutricional del padre, además del de la madre, en la futura salud del feto”, explica Carolina Muro, responsable de Nutrición y Salud de FIAB. En este sentido, es importante tener en cuenta que las necesidades energéticas no se ven alteradas antes del embarazo. “Por ejemplo, una mujer con un índice de masa corporal (IMC) normal y actividad física sedentaria, debería ingerir aproximadamente unas 2.000 kcal/día.

Pero, ¿cuál es el correcto reparto de macronutrientes en hombres y mujeres? Tanto durante la preconcepción en hombres y mujeres, como durante el embarazo se recomienda tomar entre un 10 y 15 por ciento de proteínas al día, entre un 50 y 55 por ciento de hidratos de carbono, y entre un 30 y 35 por ciento de grasas o lípidos.

En el caso del embarazo, esta especialista insiste en que “no debemos dejarnos llevar por viejas creencias como que hay que comer por dos”. Es importante que las necesidades energéticas se adecúen en cada trimestre del embarazo.

 

Minerales y vitaminas clave

Tan importantes son los macronutrientes como los micronutrientes, que engloban vitaminas y minerales. En este sentido, la vitamina B1 y B6, la vitamina B9 (ácido fólico), el hierro, el yodo y el zinc son clave durante la preconcepción, mientras que durante el embarazo lo son la vitamina B9, el hierro, el yodo y el calcio.

En el caso de la vitamina B9 (ácido fólico), es importante durante el embarazo, ya que un déficit de ácido fólico es un factor de riesgo de defectos del tubo neural en el feto. Se recomiendan 400 µg/día y puede encontrarse en alimentos como vegetales de hoja verde, hígado, frutas, cereales, legumbres y frutos secos.

Por último, el yodo también es imprescindible para el desarrollo neurológico del feto, que solo puede recibirlo a través del consumo que realice la mujer embarazada. Un déficit del mismo puede provocar hipotiroidismo fetal. Se recomienda entre 175 -220 µg/día durante el embarazo y 150 µg/día en la lactancia. Puede encontrarse en alimentos como el pescado de mar, verduras, carne, huevos y marisco. “Es recomendable también que la mujer utilice sal yodada, siempre con moderación”, concluye la directora de la Unidad de Nutrición de FIAB.

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