¿Una mujer puede alcanzar en 2016 un estado de bienestar y de vida saludable? El Instituto DKV a través de su III estudio de hábitos de vida soluble y bienestar en la mujer nos ha demostrado que debemos cambiar nuestra forma de vivir para poder decir que vivimos de una manera «sana».

Por tercer año consecutivo, el Instituto DKV quiere ayudar la sociedad a tomar conciencia de sus debilidades y empujar a las mujeres a cuidarse más. La mujer suele ser el pilar de la familia y la que da el ejemplo. Si cuida la alimentación de la familia, si practica deporte, generalmente, influye positivamente en los suyos.

Pero, ¿qué pasa en la realidad? Aunque este estudio demuestra que nuestro comportamiento se ha mejorado, nos queda mucho, muchísimo camino por recorrer.

Francisco J. Juan Ruiz, Director General de DKV Salud, y Carmen Gallardo, Decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos, nos han hecho un resumen de la situación de la mujer en España.

Instituto DKV vida saludable

¿Cómo se ha realizado el estudio?

El estudio se ha realizado en 3.000 mujeres de 18 a 65 años que en una mayoría vive en ciudades; el 59 % no tiene hijos, el 74,7 % tiene bachillerato o estudios superiores y el 46,7 % es de clase social media.

¿Qué es el bienestar? 

Es la unión del físico con la parte psicológica y la emocional. ¿Todas las mujeres somos iguales? La respuesta es negativa. El estudio ha comprobado que según nuestra situación familiar, nuestro grado de bienestar cambia. Los hijos, el trabajo, la edad son componentes negativas. El 52 % de las mujeres se definen como emocionalmente mal. ¿Las causas? La falta de descanso, la mala alimentación, una práctica casi nula de ejercicio físico, una enfermedad puntual o crónica… La cifra cambia positivamente con la edad pero sigue baja.

Las mujeres que mejor se sienten son las de clases sociales más bien altas; las mujeres de clases bajas tiene  un percepción sobre su bienestar entre regular y buena.

Sobrepeso y obesidad 

Aunque sepamos que muchas de las  enfermedades están estrechamente relacionadas con la falta de ejercicio físico, una mala alimentación y el estrés, nos seguimos encontrando con muchos casos de sobrepeso que derivan peligrosamente hacia la obesidad. Una de las razones principales es la falta de ejercicio físico. Os recordamos que 30 minutos de caminata al día bastan para cumplir con nuestras necesidades. No hace falta acabar la maratón de Nueva York, ni mucho menos. Bajar una parada antes del autobús o del metro puede ser una opción. Subir y bajar las escaleras, también.

Solo un 29 % de las encuestadas practican un ejercicio físico; las jóvenes, para adelgazar, y las mujeres de más de 50 % por razones de salud. Me pregunto dónde están las que se mueven simplemente por placer…

Nuestro gran problema es la falta de continuidad… Empezamos, pero nuestro empeño dura poco.

Alimentación 

Comer más veces al día (cinco) sienta mejor a muchas mujeres, así lo demuestra el estudio. No obstante, muchas de nosotras nos olvidamos de consumir las raciones necesarias. Tampoco consumimos frutos secos (particularmente, las jóvenes, por miedo a engordar). La buena noticia es que un 96 % de las mujeres prepara una comida casera que se lleva a la oficina donde trabaja. Si bien solemos controlar bien nuestro consumo de sal, el 8 % de las mujeres que han participando al estudio dice abusar del azúcar. Del alcohol hacemos un consumo ocasional, aunque las mujeres trabajadoras beben más que las demás. En caso de enfermedad crónica, el consumo disminuye drásticamente. La buena noticia es que bebemos más agua que antes (deberíamos consumir ocho vasos al día).

Sueño

Según el estudio, las mujeres duermen más que en 2014, y sobre todo es importante que se acuestan entre las 22.00 y las 24:00. Los fines de semana, en lugar de descansar más, duermen menos. Las mujeres que tienen problemas de sueño antes de los 50 años lo achacan al estrés, a los nervios, y después de los 50, se despiertan sin motivos.

Soluciones

¿Existen maneras de mejorar nuestra vida? Por supuesto. Es principalmente una cuestión de organización. El día tiene 24 horas para todo el mundo. A veces, levantarse más temprano mientras los demás duermen puede ser una solución para practicar yoga, respirar, meditar, salir a pasear en verano, por ejemplo.

El  40 % de las mujeres pasa más de tres horas delante de pantallas fuera de sus horarios laborales; podemos evitar estar pegadas al ordenador, tabletas, móviles o televisión en casa y aprovechar para dedicarnos tiempo a nosotras mismas. El estudio revela que menos del 52 % encuentra tiempo una hora por semana para cuidarse. No tenemos tiempo para nosotras pero para todo lo demás, sí… Obviamente, tenemos un problema. Está en nuestras manos resolverlo. Sabemos que debemos ir al médico una vez al año para hacer un chequeo y no lo hacemos, tampoco vamos al dentista o al ginecólogo, no obstante el 44 % de las mujeres tienen miedo a padecer un cáncer. No tenemos un modus operandi coherente. Principalmente, por falta de motivación. La excusa tan corriente del tiempo es solo una excusa. Podemos aprender a decir no a los demás y a decirnos sí a nosotras mismas.

 

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta