Sabemos que una de cada tres personas padecerá en algún momento un cáncer. La enfermedad no solo afecta físicamente a los pacientes sino también psicológicamente.

Nuestra sociedad tiene tendencia a olvidarse de las emociones. Verse en el espejo sin pecho, con cicatrices, sin pelo, sufrir físicamente los efectos secundarios de los tratamientos deja secuelas sobre el estado anímico de cualquier persona; tanto en el paciente como en sus seres queridos y acompañantes. Es más que aconsejable que los miembros de la familia y el propio paciente acudan a psicooncólogos o cuenten con algún tipo de ayuda psico-emocional para convivir con la enfermedad y expresar sus miedos. Es muy normal hacerlo, y generalmente, todo el mundo sale ganando porque no hay peor situación que guardar por dentro nuestras inquietudes, temores o rabias.

Para paliar esta necesidad, DKV ha puesto en marcha para sus asegurados una línea médica pisco-emocional en un horario de 8:00 a 21:00 horas, siempre con cita previa. Ofrece tres consultas por teléfono al año por paciente de hasta media hora de duración.

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