Por Anna Tarrés
Cáncer de mama hereditario con alteración en BRCA 1 y 2
Se ha demostrado que una nueva terapia dirigida, un inhibidor de PARP, mejora la supervivencia y el riesgo de recaída de pacientes con cáncer de mama de alto riesgo en estadios tempranos y con mutación en BRAC 1 y BRCA2 , según desvela el estudio OlympiA, en el que participan los dos grupos cooperativos españoles de investigación en esta enfermedad: GEICAM y SOLTI.
Entre el 5 y el 10% de los cánceres de mama son hereditarios, y los genes más frecuentemente asociados al desarrollo de este tipo de tumores son el BRCA1 y el BRCA2 (del inglés breast cancer 1 y 2), que explican aproximadamente el 20% de los cánceres de mama de origen hereditario.
Estos genes, en condiciones normales, producen unas proteínas que ayudan a reparar las alteraciones que sufre el ADN celular durante la replicación. Cuando se produce una mutación en BRCA, da lugar a una proteína que no funciona, favorece que la célula se transforme en una célula tumoral y, por lo tanto, aumenta el riesgo de que la persona desarrolle un cáncer de mama a lo largo de su vida. Algunos estudios señalan que las mujeres que heredan alguna de esas mutaciones tienen una probabilidad de hasta un 70 % de padecer un cáncer de mama, frente al 12 % de la población no portadora (según el informe* Las Cifras del Cáncer en España de la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM).
BRAC1 y BRCA2, asociados a otros tipos de cáncer
Las alteraciones en estos genes se asocian además a un mayor riesgo de padecer otros tipos de cáncer como los de ovario, próstata y páncreas, y las personas portadoras de una mutación de este tipo tienen más probabilidades de que se desarrolle un cáncer a edades más jóvenes, con la carga emocional, familiar y profesional que ello conlleva.
Además, existe una asociación entre cáncer de mama y ovario en la paciente o en su familia, así como casos de cáncer de mama en el varón. El subtipo más frecuente en pacientes con cáncer de mama hereditario es el triple negativo (que re presenta entre el 5 y el 10% del total de cánceres de mama), el de peor pronóstico y con menos opciones terapéuticas.
Inhibidores de PARP
Sin embargo, el estudio de la biología de los tumores está permitiendo el diseño de terapias personalizadas dirigidas a las mutaciones de estos genes en cada persona, lo que supo ne una esperanza para muchos pacientes. Entre los avances más recientes, se encuentran los inhibidores de la proteína PARP, dirigidos a las células tumorales que presentan una deficiencia en la vía de la reparación del ADN, con resulta dos muy alentadores en cuanto a eficacia y supervivencia en pacientes con cáncer de mama precoz. Al bloquear la acción de la enzima PARP, estos fármacos pueden impedir que las células tumorales continúen multiplicándose.
Los resultados de los estudios con los últimos inhibidores de la PARP son una buena noticia, especialmente para pa cientes con triple negativo en estadios iniciales, que suelen ser tratados con quimioterapia y no disponen de nuevas alternativas terapéuticas. Así lo desvela una investigación internacional en la que participan el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama y el Grupo SOLTI, que ha demostrado que este fármaco dirigido, administrado co mo tratamiento adyuvante (después de la cirugía) a personas con cáncer de mama hereditario precoz HER2 negativo, reduce un tercio el riesgo de muerte de estos pacientes, con un seguimiento medio de 3,5 años, y el riesgo de recaída con este tratamiento disminuye en un 42%.
El medicamento mejoró la tasa de supervivencia a los tres años hasta el 92,8% frente al 89,1% de quienes recibieron placebo. A los cuatro años, el beneficio en la supervivencia se mantuvo, con un 89,8% de los pacientes vivos en tratamiento con el fármaco frente al 86,4% de quienes recibieron placebo. El perfil de seguridad y tolerabilidad del medicamento en este ensayo fue similar al observado en ensayos clínicos anteriores.
Cambio de la práctica clínica
“Estos datos pueden marcar un antes y un después en el tratamiento de estas pacientes porque ofrecen la posibilidad de una curación”, afirma Judith Balmaña, represen tante de SOLTI en el comité de dirección del estudio y miembro de la Unidad de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). También se muestra optimista Eduardo Martínez de Dueñas, del Hospital Provincial de Castellón (Castellón de la Plana), miembro de GEICAM e investigador del estudio: “Es difícil con seguir avances relevantes en supervivencia global en el tratamiento adyuvante del cáncer de mama precoz, y este fármaco dirigido es el primero con el que podremos contar para este subgrupo de pacientes con mutación en BRCA1 o BRCA2 tanto en triple negativo como en enfermedad hormonosensible de alto riesgo”, señala.
Estos resultados han impulsado la aprobación del fármaco por la agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) para estos pacientes con enfermedad precoz en tratamiento adyuvante, lo que supone un cambio en la práctica clínica. El tratamiento ya estaba aprobado en enfermedad metastásica y determinadas alteraciones en los genes BRCA1 y BRCA2, por lo que la novedad que aporta el estudio OlympiA es que sus resultados avalan la ampliación de esta terapia a pacientes con cáncer de mama localizado con alto riesgo de recaída.
Mayor protagonismo de los análisis genéticos
Con este nuevo fármaco dirigido, la determinación de las alteraciones en los genes BRCA1 y BRCA2 pasa de ser solo un marcador genético de riesgo familiar a un biomarcador predictivo de la respuesta a este tratamiento, lo cual puede ser útil para cada paciente individual. Por tanto, los análisis genéticos para determinar posibles alteraciones en estos genes van a cobrar protagonismo en la toma de decisiones sobre el tratamiento a pautar, especialmente en la enfermedad triple negativa, para la cual solo se dispone de la quimioterapia como única alternativa.
Ocho de cada diez participantes en el ensayo OlympiA padecían el subtipo triple negativo, que, a diferencia de otros subtipos de cáncer de mama como el luminal con receptores hormonales positivos (el 70% de todos los casos) o el HER2 positivo (15%), representa un grupo muy heterogéneo falto de avances comparables a los producidos en los últimos años en los otros dos subtipos de tumores.
Destacada participación española en la investigación
En el estudio OlympiA, que ha sido posible gracias a una alianza entre el ámbito académico y la industria farmacéutica, participan un total de 1.836 personas de 23 países. Ha contado con destacada participación española, mediante los grupos cooperativos GEICAM y SOLTI, pertenecientes al Breast International Group (BIG), coordinador de la investigación.
España se encuentra en el sexto puesto de países que más pacientes han aportado al estudio, junto con Polonia y por detrás de China, Estados Unidos, Alemania, Francia y Japón, con más de un centenar de pacientes reclutados en 40 centros españoles.
El desarrollo del estudio OlympiA es un ejemplo de éxito en lo que se refiere a la unión entre los ámbitos académico y privado. “Esta colaboración entre los grupos de investigación académicos y la industria farmacéutica ha funcionado muy bien y aporta confianza a la comunidad científica y a la sociedad sobre este tipo de alianzas de investigación que tienen como único objetivo el beneficio para los pacientes”, destaca el doctor Martínez de Dueñas.
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