Patólogos Foto: Ousa Chea on Unsplash

Rosario Serrano, especialista en Anatomía Patológica del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, lleva detrás del microscopio 17 años. Como ella misma dice, “nuestra especialidad nos permite observar todas las patologías, y aunque no nos veamos cara a cara con los pacientes, conocemos todo de ellos, toda su historia bioquímica”.

La figura del patólogo ha estado y está a la sombra de los oncólogos, pero realmente, ¿qué papel juega en la lucha contra el cáncer?

Más que a la sombra, yo diría que todos los especialistas dedicados al cáncer trabajamos de una manera interrelacionada. Sí, es verdad que unos son más visibles al público que otros, y, en ese sentido, es verdad que los patólogos trabajamos más a la sombra. Pero la medicina del siglo XXI se lleva a cabo con equipos de profesionales multidisciplinares,y atrás quedó la figura del oncólogo o del cirujano estrella.

¿En qué consiste realmente su especialidad?

Los patólogos somos los especialistas que ponemos nombre y apellidos a las lesiones oncológicas de los pacientes. El cáncer no es una única enfermedad, no todos los cánceresson iguales y hay que tipificar y diagnosticar las lesionescon el microscopio, ver qué características histológicas obiológicas tiene un tipo de tumor y cómo pueden influir ensu tratamiento y seguimiento posterior.

¿Cómo es el día a día tras el microscopio?

En un día corriente, pasan por nuestros ojos decenas de pacientes. Afortunadamente, la mayor parte de las biopsias que estudiamos bajo el microscopio son benignas. Otras veces, con el microscopio descubrimos lesiones que han pasado desapercibidas al clínico y que dan la clave para que el paciente mejore su sintomatología. Y también, día a día, nos enfrentamos a nuevos diagnósticos de cáncer.

¿Qué diferencias hay entre la patología anatómica, la clínica y la bioquímica?

La enfermedad tiene manifestaciones a distintos niveles. Aveces nos encontramos con lesiones tumorales que no han dado síntomas porque tienen un pequeño tamaño o comprometen a un órgano ‘que da pocos síntomas’, como el pulmón, y que se descubren por casualidad en un reconocimiento médico o al hacerse una radiografía por otra causa. Otras veces, lesiones no necesariamente malignas en órganos tan delicados como el cerebro pueden dar síntomas (dolor de cabeza, mareos) que alerten al paciente. Y en otras ocasiones, como ocurre en el cáncer de próstata, es un aumento de un parámetro bioquímico, los niveles de PSA, los que nos van a alertar de la presencia del cáncer.

¿Cómo se afronta la evidencia de la muestra de un paciente de que su caso es grave?

Ante un diagnóstico que puede comprometer la vida de un paciente, los patólogos actuamos con celeridad contactando por teléfono con el médico que nos ha enviado la muestra de ese paciente. Ante un diagnóstico de cáncer, intentamos en lo posible acortar los tiempos de emisión del informe anatomopatológico para que al oncólogo le lleguen lo antes posible los datos morfológicos clave para tomar una decisión terapéutica.

En el caso de cáncer, después de que se confirma el diagnóstico de malignidad, el patólogo sigue siendo fundamental, dado que todavía existen factores que deben ser incluidos en el dictamen médico. ¿Cómo se lleva a cabo esta labor?

Va a depender del tipo de cáncer que estemos diagnosticando. El diagnóstico inicial en el que tipificamos el tipo tumoral se hace de forma rutinaria tiñendo las muestras con hematoxilina-eosina y estudiándolas en el microscopio. Esta técnica se utiliza desde el siglo XIX pero sigue vigente hoy en día y es la ‘directora de la orquesta’, la que va a marcar el tipo de estudio que viene después.

Tinción y cáncer de mama

Un ejemplo muy común en nuestros días: el cáncer de mama. Con la tinción de hematoxilina-eosina vamos a tipificar, por ejemplo, que se trata de un carcinoma ductal infiltrante, uno de los tumores más frecuentes en la mama. Pero también vamos a ser capaces de ver si el tumor está bien diferenciado o no, si tiene mucha actividad replicativa, si está invadiendo los vasos sanguíneos o si se ha extirpado en su totalidad en el caso de que se haya aplicado cirugía. Y a partir de ahí, vamos a poner en marcha técnicas especiales, también rutinarias en todos los departamentos de Anatomía Patológica, como son las de inmunohistoquímica. Así, vamos a ver si el tumor expresa receptores hormonales o si expresa la proteína HER2, que son claves para la decisión terapéutica.

¿Qué papel juega el patólogo a lo largo del tratamiento de las pacientes?

Nuestro papel más importante está en el paso previo: nuestros diagnósticos pautan la estrategia terapéutica a seguir. Pero a lo largo del tratamiento la anatomía patológica puede diagnosticar lesiones que aparezcan en ese periodo, ayudando a esclarecer su naturaleza.

¿Cómo influyen sus diagnósticos en el tratamiento final a los pacientes?

La medicina está en constante movimiento, es un ente vivo, dinámico. Si revisáramos los informes de mi trabajo emitidos en el año 2000 y los comparáramos con los de ahora, veríamos cómo se han ido sumando parámetros y cómo han variado los protocolos usados para una misma enfermedad. Los tratamientos también han ido cambiando, mejorando, y los informes emitidos por los patólogos se han ido adaptando a esas terapias, y viceversa. Además, los tratamientos han ido mejorando porque sabemos más de la biología molecular de los tumores, y eso lo reflejamos en nuestros informes, en nuestros diagnósticos.

¿Cómo es actualmente la labor del programa de bancos de tumores de la red de centros de cáncer?

Un banco de tumores no es solo un archivo de muestras, sino un conjunto de maniobras protocolizadas que permiten la correcta captación, manipulación, almacenamiento y explotación de muestras de tejido con el objetivo de permitir su correcto estudio molecular. Se ha creado una red cooperativa y coordinada de bancos hospitalarios con el objetivo de fortalecer la investigación en cáncer.

¿Cuántos existen actualmente?

La red está formada por, al menos, 63 instituciones, 52 de ellas se corresponden con biobancos de carácter hospitalario del Sistema Nacional de Salud, y los otros 11 centros asociados se reparten entre hospitales privados, redes de biobancos territoriales, bancos nacionales y otras instituciones con actividad de biobanco.

¿Cuál está siendo su aportación?

Suponen una herramienta para la investigación oncológica multihospitalaria y de cooperación entre investigadores básicos y clínicos. Además, están diseñados con criterios de calidad, como la obligatoriedad de protocolos de consentimiento informado o la creación de bases específicas de datos con políticas de protección de datos.

¿En qué momento está la llamada medicina personaliza-da del cáncer de mama?

Nos encontramos en un punto álgido. Cada tumor tiene su propia idiosincrasia y un mismo tipo histológico puede tener distintas bases moleculares. En cada paciente hay que estudiar cuál es la biología molecular de su carcinoma, puesto que los tratamientos se hacen a medida de cada carcinoma; atrás queda la época en que tratábamos por igual todos los cánceres de mama porque ahora sabemos que unos van a responder muy bien al tratamiento hormonal y otros no, porque su tejido tumoral no tiene receptores que expresen esas hormonas. Así, unos van a ser subsidiarios de tratarse con trastuzumab y otros no, dependiendo de si sus tejidos tumorales expresan la proteína HER2.

En el campo de la patología del cáncer de mama,¿qué cambios se atisban en un futuro próximo?

Existen ya plataformas que predicen según la expresión génica del tumor qué pacientes en fase precoz de su carcinoma pueden librarse de recibir tratamiento quimioterápico. Esta predicción no es exacta y existe un gran número de pacientes que quedan en un rango intermedio. Creo que en un futuro próximo vamos a ser capaces de reducir este grupo intermedio. La investigación del cáncer de mama está en auge.

¿Y en la patología general?

El cáncer es una de las principales causa de muerte en los países desarrollados y los esfuerzos investigadores están centrados en luchar contra él. Se ha avanzado mucho en el cáncer de mama, se están descubriendo fármacos que funcionan muy bien en los cánceres pulmonares y se están haciendo esfuerzos para la prevención precoz de los cánceres más frecuentes en nuestra sociedad: mama, colorrectal y próstata.

 

 

 

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta