Por Valérie Dana 

Medicina estética oncológica: tres palabras que desconocen muchas pacientes, al menos es lo que hemos comprobado tras una encuesta en nuestras redes sociales. Para entender lo que se esconde tras esta denominación, he charlado con Margarita Esteban, presidenta de GEMEON, Grupo de Expertos en Medicina Estética Oncológica, que reúne a especialistas de la salud de diferentes sectores que pretenden acompañar al paciente de cáncer durante toda la enfermedad. 

¿En qué consiste la estética oncológica?  

La mayoría de la gente piensa que consiste en ‘arreglar’ el pecho tras un cáncer de mama. Y no es eso. Lo explico así: cuando cierras los ojos, ves tu imagen. Cuando llega una enfermedad, sea cual sea, esta imagen cambia debido a los tratamientos, entre otras cosas. Antes del tratamiento, la medicina estética puede prevenir muchos problemas que suelen surgir durante el proceso médico y después puede ayudar al paciente a tener menos secuelas. Ayudamos a que esta imagen que se ha distorsionado o roto tenga el menor efecto posible en la vida de la persona, para que siga lo más parecida posible a este segundo antes del anuncio de su enfermedad. 

Hablas de cuidados antes del tratamiento. ¿De qué tipo son? 

Cuando me vienen a ver, las personas recién diagnosticadas saben lo que les va a pasar, pero quieren que el efecto sea menor. Según el tratamiento, se va a caer el pelo en numerosos casos, también las cejas y las pestañas. Podemos proponer el microblading en este caso concreto. Pero lo más importante es ir marcando qué tipo de cremas pueden utilizar para evitar quemaduras en la zona del pecho, la importancia de la protección solar: estos tipos de tratamientos que hay antes. Tengo pacientes que me han pedido botox y ácido hialurónico antes de empezar sus sesiones porque no querían verse mal durante este periodo de su vida. Y no hay ninguna incompatibilidad. 

Esta anécdota que me cuentas no debe ser de lo más corriente, ¿no? ¿Crees que el aspecto, la imagen, es de veras la prioridad al inicio del proceso en la mente de una persona recién diagnosticada? Más adelante, me lo puedo creer. 

No, no lo es. Cada uno se toma su enfermedad de una manera diferente. El primer impacto es pensar en la muerte, en los hijos, la familia, etc. Lo siguiente es pensar en lo que se debe o se puede hacer a nivel médico. Desde ese momento se puede empezar a reflexionar sobre su imagen. Una amiga mía que falleció por culpa de un cáncer de útero me pidió que hiciera lo que fuese posible para que su enfermedad se le notara lo mínimo, por sus hijos. 

La mayoría de las personas que padecen cáncer no saben que existe vuestra especialidad. No se piensa en la parte estética, física, como una especialidad; es decir, que no se imagina que acudiendo a un especialista se podrán resolver dudas en este ámbito, dudas que surgen poco a poco a lo largo de la enfermedad, empezando por el pelo y pasando por cuestiones de piel en el momento de la reconstrucción, ganancia de peso, etc. Se va a pensar en reconstrucción, en ejercicio físico, en nutrición, pero no creo que en medicina estética; en muy pocos hospitales se proponen los servicios de dermatólogos especializados en cáncer, que yo sepa, al menos. Pero en ningún momento las palabras “estética oncológica” entran en el vocabulario. 

La estética en sí en España no entra en ningún vocabulario. Ni siquiera es una especialidad acreditada en nuestro país, es una disciplina. 

Existen muchos abusos de operaciones, reconstrucciones dudosas. Una reconstrucción tras un cáncer de mama no se debe confundir con un arreglo de pecho, como siguen pensando muchos, por desgracia. Hay que realizar una operación estética reparadora de pecho, lo que es muy diferente. ¿Esto entra en vuestro grupo? 

Para pertenecer a GEMEON, hay que ser médico. Nuestros socios provienen de distintas especialidades; de la medicina estética como es mi caso, pero también hay cirujanos maxilofaciales, oncólogos, ginecólogos. La estética oncológica no es poner botox; es todo lo que los pacientes no se atreven a preguntar al oncólogo: qué como, qué me doy, qué no me doy, qué puedo hacer o no. 

Una paciente viene a ver a un miembro de GEMEON: ¿cuáles son los servicios que le podéis ofrecer durante el tratamiento?, ¿cuáles son las partes físicas que podéis tratar? 

Eso dependerá de su estado y del tratamiento. A una paciente recién diagnosticada, lo primero que le digo es sobre la nutrición y el ejercicio físico, así como los cuidados de la piel y del sol. Cuando ha empezado su tratamiento, dependerá de lo que se desarrolle. Por ejemplo, el síndrome manos-pie o la mucositis; en este caso, en muchos hospitales solo aconsejan ponerse hielo en la boca.

¿Y vosotros qué podéis hacer? 

GEMEON nació de un máster de estética para pacientes oncológicos. En este máster se estudia todo eso y, en el caso de la mucositis, se puede hacer un montón de cosas: de fórmulas magistrales hasta preparados que se venden. Pasa lo mismo con el tema de las uñas. Nadie le dice a una paciente oncológica que no vaya a los centros para uñas que hay en cada calle y trabajan sin ningún control… Hay que tener criterio para poder cuidar y dar consejos, y es lo que nos aporta también este máster. Antes todo esto lo hacía una enfermera, tu vecina o una esteticista.

Exactamente, es el papel de la enfermera, entre muchos otros. Pero me cuesta entender algo porque no veo que esté relacionado con la medicina estética: tanto el ejercicio físico como la nutrición oncológica tienen a sus especialistas –el fisioterapeuta y el dietista-nutricionista especializados en oncología–que están formados para resolver dudas y ayudar a los pacientes. ¿En qué momento la medicina estética oncológica se suma a ambas especialidades? Entiendo más vuestro oficio como estética pura y dura cuando hablamos de cuidado o reducción de cicatrices, por ejemplo, de tatuajes, de valorizar la imagen…

La medicina estética concierne a todo lo que puede mejorar tu imagen. En mi consulta habitual, tengo a gente que viene a adelgazar, y en este caso le digo lo que tiene que comer, los ejercicios que debe practicar. 

Pero ¿es nutricionista-dietista oncológica para dar este tipo de consejos? Una cosa es que hablemos de una persona sin problema de salud que quiere adelgazar y va a su centro y otra, muy diferente, es hablar de pacientes con cáncer en pleno tratamiento y que tienen que recibir los consejos de alguien especializado. 

Por eso tenemos el máster que hemos hecho nosotros. Todos los médicos del mundo no pueden ser de GEMEON, por ejemplo. Tienen que ser médicos y acreditar que saben de oncología. ¿Somos nutricionistas? No, somos médicos y dentro de la medicina se estudia eso. En el máster se estudia nutrición oncológica. ¿En qué hospitales se da nutrición oncológica? 

Una cosa es saber y otra cosa es ser especialista. Si no es así, eso da pie a que cualquiera pueda tratar a pacientes oncológicos. 

No somos cualquiera, somos médicos con mucha experiencia. Hasta ahora lo tratan Google, la vecina… Hasta la fecha, no conozco a ningún nutricionista oncológico, y nuestra intención es publicar un libro de nutrición oncológica con la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA). 

Te invito a entrar en nuestro canal de YouTube o a leer nuestra revista; en ambos podrás conocer a varios de ellos. ¿Dónde se puede encontrar vuestra red de médicos? 

En nuestra web está la lista de nuestros asociados en toda España. Personalmente recibo a los pacientes en mi consulta y no les cobro. Les suelo recibir a última hora para tener el tiempo suficiente y atenderlos bien. 

¿El hecho de no cobrar es una práctica corriente en GEMEON? 

Hay de todo, depende. Por hablar no cobro a ningún paciente, y menos si es paciente oncológico. Mi negocio es poner botox, ácido hialurónico y hacer liposucciones. Y eso no lo hago a un paciente. Cuando vienen, les ayudo, les doy cremas para que prueben y me van contando cómo están a lo largo de su proceso. Pasa lo mismo con las areolas. Algunos cobran y otros, no. ¿Quién es el mejor? Pues ninguno de los dos. Siempre lo digo, mi negocio no es GEMEON, sino el que tengo desde hace 25 años. GEMEON me llena como persona, me gusta y veo a la gente salir contenta. Ser paciente oncológico es serlo durante toda la vida y todos ellos necesitan cuidados especiales. Y eso también a nivel psicológico. 

¿Como grupo, tenéis relación con la SEOM, por ejemplo, u otros grupos en España?

Soy socia de la SEOM para empezar. Hasta hace poco, el tema de la oncología era salvar la vida. Ahora se ha dado un paso más que es la calidad de vida y me he metido en un grupo de trabajo sobre este tema en la SEOM. GEMEON es parte también de la Fundación ECO (Fundación ECO para la Excelencia y Calidad en la Oncología). Como presidenta de GEMEON desde hace un año, quiero quitar este resquemor a nuestra especialidad, que para mí es algo serio pero para muchos no es el caso. Si hablamos de calidad de vida, está allí metida. 

¿Los oncólogos entienden vuestra especialidad? 

Algunos sí, algunos no. 

Una vez en diez años una jefa del servicio oncológico no aceptó la presencia de nuestra revista en su planta porque no veía el interés de hablar de temas relacionados con la feminidad en plena enfermedad. Afortunadamente se jubiló. ¿Cómo se puede pensar que una mujer –que es madre, amante, amiga, etc.– deje de ser lo que es en esencia de un día para otro, es decir, una mujer? No hay ninguna obligación de maquillarse, cuidarse; pero el problema no es siempre nuestra propia mirada en el espejo, sino la de los demás. ¿Cómo se puede convencer a médicos que dudan de lo que conviene o no a una mujer? Quiero insistir en el hecho de que una mujer es mucho más que su aspecto físico, pero vivimos en la sociedad en la que vivimos y nadie nos puede impedir que intentemos sentirnos bien a pesar de todo.  

En GEMEON tenemos a dos oncólogas que son mujeres jóvenes, pero cada vez más vemos que las mentalidades evolucionan. En el último congreso de GEPAC, me di cuenta de que los oncólogos en general son cada vez más jóvenes y modernos, y dentro de su vida está incluida la imagen. Dependiendo de cada uno, le va a dar más o menos importancia al tema. Llevar la enfermedad lo mejor posible sin que se note demasiado es muy importante para muchas mujeres, entre las que están las madres que piensan ante todo en sus hijos. 

 

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